La interpretación va más allá del ojo común, es por ello que el puede abarcar gustos de diversos rangos, no se necesita ser letrado para dejarse llevar por una imagen, pero si esta imagen fija puede cautivar todos los niveles de audiencia dentro de un movimiento visual ya se puede dar por bien pagado.
Son los ángulos diversos, pensamientos básicos y el sentimiento visceral lo que Pascual es capaz de ofrecer, pues no es válido que el talento sea encasillado en una categoría o estilo, la gente con ojo prospero es irreverente y arriesgada, este fotógrafo lo ha logrado a través de su trabajo.
Pascual es un fotógrafo obsesivo, un ser humano profundo en su captura de imágenes y una mente que no descansa jamás (pues es capaz de encontrar una imagen única en lo trivial)…es buena mezcla para entender porque podría estar plasmado en algo inmóvil físicamente sin embargo visualmente tiene la fortuna de mover el corazón, la añoranza e incluso lo inexistente.
Irónicamente, el riesgo es territorio seguro en la ruta a seguir de Pascual. Lo trivial es grotesco y ajeno…pero lo efímero, lo efímero es propio y lo siente cada vez que hace un encuadre.